Una noche de un fin de semana aburrido en casa, con las luces apagadas y en silencio total. Queremos bailar, gozar, ansiamos un fin en la calle divirtiéndonos con nuestros amigos, compañeros, etc. Pensamos en tantas discotecas, bares, peñas pero nos damos con la sorpresa de que están muy lejos o no contamos con el presupuesto económico que requiere. Y nos encontramos en un gran dilema, sin saber a donde dirigirnos.
Sin ponernos a pensar en que muy cerca de nosotros se encuentra un distrito y su gente esperándonos, lleno de personas caminando por todos lados, el bullicio que se desata al caer la noche, luces llamando la atención del público dentro de los bares, discotecas con los últimos ritmos de moda, peñas, entre otros, la música que nos invita a bailar, que nos atrapa en su ritmo, familias degustando de una deliciosa cena en los restaurantes, pizzerías, parejas en los parques compartiéndonos su momento de romanticismo; los locales cómodos y agradables para poder pasar una noche inolvidable.
Y es nada menos que Barranco, un distrito bohemio, poético, artístico y nocturno. Caracterizado por sus cálidos ambientes que se encuentran en los alrededores de la plaza principal, frente a la Biblioteca.
Un lugar bastante concurrido, cargado de recuerdos, Camino Chabuca Granda y por consiguiente del fino romanticismo peruano. Con sus faros intensos iluminando nuestros pasos y momentos compartidos. Con su tradicional y característica arquitectura y sentir.
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